Estrategias clave para la comunicación en tiempos de crisis de largo plazo

En el contexto actual colombiano, caracterizado por una situación de crisis prolongada en el tiempo, la incertidumbre legal se ha convertido en una variable constante para el sector empresarial. La coyuntura política, marcada por la llegada de un gobierno de izquierda, ha derivado en cambios regulatorios que periódicamente modifican las reglas de juego. A esto se suma la tensión política entre Colombia y Estados Unidos —específicamente la confrontación Trump-Petro—, lo cual ha impactado la inversión estadounidense en Colombia, reduciéndola del 1% al 0,2% del PIB, y ha generado un aumento en los aranceles a las exportaciones, entre otros efectos. 

Sectores específicos como el de hidrocarburos han sufrido pérdidas económicas significativas, debido a la falta de nuevos acuerdos de exploración y a la ausencia de herramientas institucionales para implementar los cambios relacionados con energías limpias, entre otras causas. Los efectos generales de estos y otros aspectos actuales del país, han producido una constante necesidad de adaptación al interior de las empresas que les ha obligado a enfrentarse a reducciones de personal, cierres y salidas del mercado. 

Ante este panorama, el General Counsel o Director Jurídico de la compañía adquiere un rol fundamental que debe trascender la reacción hacia acciones de planificación, prevención e intervención temprana para prevenir o mitigar riesgos legales y reputacionales. 

Monitoreo legislativo y análisis regulatorio en Colombia 

Para mitigar los efectos de la incertidumbre legal, es imperativo implementar un monitoreo legislativo riguroso y ejercer los derechos legalmente previstos para la participación ciudadana. Designar a una persona dentro de la Compañía o contratar expertos externos que hagan seguimiento a los proyectos de ley, las aprobaciones de cada debate y la promulgación de la norma, permiten a la compañía estar preparados para cada cambio e ir adoptando las medidas necesarias para ajustarse con la antelación suficiente. Asimismo, es fundamental realizar análisis del impacto de la situación política en las zonas de operación de la empresa y mantener una membresía activa en el gremio que represente al sector de que se trate, pues esto permite un diálogo constructivo con el Gobierno y fortalece la posición de la compañía. 

Debida diligencia legal en inversiones y contratación pública y privada 

De otro lado, proteger la reputación y la situación jurídica de la empresa depende de una debida diligencia exhaustiva, especialmente en procesos de inversión y contratación pública o privada. En el ámbito inmobiliario, se debe realizar el estudio de títulos para verificar riesgos civiles y urbanísticos. En materia ambiental, es mandatorio verificar que se cumplan los permisos o se esté en proceso de obtenerlos, incluyendo consultas previas y respeto a áreas protegidas. Desde la perspectiva penal, se debe asegurar que los activos o empresas objetivo o las personas naturales involucradas, no estén relacionados con actividades delictivas para evitar el riesgo de extinción de dominio por parte del Estado, operando siempre bajo salvaguardas legales que demuestren la buena fe exenta de culpa. En ese sentido, una debida diligencia bien hecha, se convierte en el mejor blindaje jurídico. 

Justicia ordinaria vs. arbitraje nacional 

En cuanto a las cláusulas que se pacten para la resolución de eventuales conflictos, consideramos conveniente preferir la justicia ordinaria sobre el arbitraje nacional, puesto que, si bien el índice de percepción de corrupción de Colombia no es el ideal, en la práctica del litigio en la Firma, hemos identificado que tan solo uno o menos de cada diez casos judiciales involucra algún aspecto de corrupción. Consideramos que es una justicia garantista y obligada a ceñirse a normas de orden público específicas y objetivas, que aumentan la probabilidad de que la sentencia sea una decisión en Derecho más que en equidad. 

Trabajo coordinado entre el área de Comunicaciones y el área jurídica 

En relación con el manejo de las Comunicaciones, es fundamental distinguir entre la comunicación interna y la externa, determinar si al interior de la Compañía se vive una crisis causada por la crisis del país o simplemente los efectos de esta, mantener la calma y transmitir la seguridad de que la situación está siendo manejada y, por último, emitir mensajes ajustados a la realidad. 

En cuanto a las declaraciones públicas, en caso de ser necesario hacerlas, conviene designar un solo portavoz y que éste pertenezca a la empresa. Previamente, el abogado externo debería hacer una verificación de los riesgos legales que implica la declaración, de que no se adquieran compromisos innecesarios con la misma y que no interfiere con la estrategia legal, en caso de que existan procesos judiciales o acercamientos para soluciones amigables a conflictos determinados. 

Guía para una Comunicación en tiempos de crisis de largo plazo  

Por último, la ONU tiene una Guía de Comunicación en tiempos de Crisis (https://unsdg.un.org/es/resources/comunicar-unidos-en-tiempos-de-crisis-procedimientos-operativos-estandar-para-el-sistema), aplicable a crisis de término corto o inmediatas, como puede ser un ataque terrorista, y consideramos que ésta se ajusta perfectamente a las necesidades de este tipo de situaciones. 

Frente a las crisis de largo plazo, como la que actualmente enfrentan Colombia y varios países de Latinoamérica, resulta conveniente contar una Guía de Comunicación en Tiempos de Crisis, que debería regirse por, al menos, los siguientes criterios: 

NO 

• Improvisar 

• Hacer cambios de último minuto a la Guía de Comunicación en tiempos de crisis 

• Ceder ante intentos de extorsión o soborno 

• Esperar a que la reforma legislativa sea aprobada o publicada para conocerla, estudiarla y adaptar la Compañía a ella 

• Realizar negocios sin documentos escritos y debida diligencia 

• Actuar sin asesoría jurídica 

• Enviar mensajes inconsistentes o contradictorios en las comunicaciones públicas y privadas. 

SÍ 

• Tener una Guía de Comunicación en tiempos de crisis 

• Comunicar previamente la Guía de Comunicación en tiempos de crisis al equipo de trabajo y asegurarse de que los trabajadores implicados la conozcan y comprendan 

• En el momento de la crisis, seguir la Guía de Comunicación en tiempos de crisis 

• Preferir la justicia ordinaria al arbitraje nacional 

• Identificar y buscar el apoyo de las autoridades relevantes 

• Solicitar asesoría jurídica para: 

• Monitoreo legislativo y participación ciudadana 

• Verificar los riesgos jurídicos antes de hacer una declaración pública 

• Realizar la debida diligencia para inversión o contratación pública o privada 

• Ser un miembro activo de la asociación que represente a la industria a la que pertenece la Compañía