El reto de las energías limpias
En el mundo, el sector minero-energético se está enfrentando a grandes retos, dadas las políticas gubernamentales para alcanzar la transición energética. Eso se ha traducido en nuevas oportunidades para estas empresas que buscan potencializarse y adaptarse a los negocios que demandan las energías renovables y de transición.
Conscientes de la necesidad que tiene el sector empresarial de contar con un acompañamiento jurídico estratégico, Pinilla, González & Prieto Abogados (PGP) invitó a Claudia Mora Uscátegui, experta en esa industria, a liderar la recién creada Área de Energías Renovables y No Renovables.
ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cómo surge la idea de incluir el Área de Energías Renovables y No Renovables en la firma?
Claudia Mora Uscátegui: El interés surge a raíz de la hoja de ruta que trazó para el país el Gobierno Duque en materia de transición energética y de la aprobación de la Ley 2099 del 2021, cuyo fin es promover las energías renovables, implementar incentivos para su desarrollo y modernizar la legislación vigente en torno a la transición energética. A esto se suma la posición global sobre el tema y la posición del Gobierno del presidente Petro, que han dado un mayor impulso a dicha transición, implementándola en diferentes regulaciones e incluyéndola como una directriz muy clara en el Plan Nacional de Desarrollo.
En conversación con los socios fundadores de PGP, vimos una coyuntura favorable para abrir la nueva práctica y ampliar su oferta de servicios, dada mi experiencia en este sector. Por otra parte, es evidente que las actividades del sector energético se complementan bien con las demás áreas de la firma, por ejemplo, en temas ambientales, urbanísticos y tributarios, por mencionar algunos.
Á. J.: ¿Qué retos implica, en el actual contexto colombiano, liderar está área?
C. M. U.: Los retos actuales se traducen en oportunidades. Aunque la tendencia mundial está enfocada en una transición energética, en la cual las matrices energéticas de cada país puedan diversificarse, en el sentido de tener un mayor porcentaje de energía limpia proveniente de recursos renovables, también es cierto que se trata de una transición a largo plazo. Actualmente, la mayoría de los países dependemos en un gran porcentaje de la energía producida por los combustibles fósiles, por lo cual, estas nuevas oportunidades para el desarrollo de generación de energías provenientes de recursos renovables están aún en una etapa de desarrollo regulatorio, estableciendo incentivos tributarios para atraer inversión a este tipo de proyectos y realizando estudios sobre los costos de su producción, almacenamiento, transporte y distribución, entre otros aspectos. Esto genera infinidad de opciones para su desarrollo a diferentes escalas, lo cual abre una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo económico para el país.
Hoy, no tenemos certeza acerca de si podremos remplazar la energía proveniente de los combustibles fósiles que necesita un país por la que generan los recursos renovables, y si esta conversión es sostenible. No obstante, vemos cómo empieza a darse un cambio de visión al respecto, pues se estima que, para el 2050, podrían modificarse las condiciones que, en el mundo, hacen que los países productores de petróleo sean hoy los más fuertes económicamente hablando. Con la actual tendencia hacia la transición energética, esa balanza se inclinaría a favor nuestro, permitiendo que los países ricos en recursos renovables y productores de energías limpias tengan economías mucho más fuertes.
Á. J.: ¿Qué hacer en el entretanto?
C. M. U.: Mientras ello ocurre, debemos continuar con la energía producida por los combustibles fósiles, garantizar una seguridad energética que nos permita autoabastecernos y seguir trabajando en el desarrollo de nuevas energías. En el sector petrolero, por ejemplo, puede fortalecerse la investigación y producción del hidrógeno blanco, así como el desarrollo de proyectos de captura de carbono que permitan operaciones con emisiones más bajas, de modo que se puedan seguir utilizando esos ingresos provenientes de la industria a la investigación e inversión en proyectos con energías renovables como la biomasa, hidrógeno verde, azul, eólica, solar, etc.
El gran reto es lograr que estas alternativas limpias funcionen para generar energía y, en lo personal, me considero privilegiada de poder contribuir desde mi especialidad como abogada al desarrollo de proyectos que involucran a numerosas industrias del país.
Á. J.: El Gobierno actual tiene el objetivo de lograr una verdadera transición energética. ¿Cuáles son los principales obstáculos jurídicos para alcanzar ese propósito?
C. M. U.: El Gobierno actual ha demostrado un sólido interés en la transición energética. Con relación al marco regulatorio se ha avanzado bastante y contamos con varios instrumentos jurídicos, como la hoja de ruta que dejó el Gobierno pasado, así como diferentes decretos y leyes sobre la materia. También encontramos incentivos tributarios que promueven la transición, así como el Plan Nacional de Desarrollo, que consolida y fortalece mucho más este proceso. Considero que los pasos dados en el ámbito regulatorio del sector deben continuar, pues se requieren más instrumentos jurídicos.
Más que un obstáculo jurídico, diría que uno de los mayores desafíos recae sobre la situación con las comunidades, como lo hemos visto, por ejemplo, en el caso de La Guajira, que requirió una intervención directa del presidente Petro en el territorio y la expedición de varios decretos dentro del marco de la emergencia social y ecológica decretada, con el fin de viabilizar varios proyectos de energía solar y eólica que vienen de años atrás. En este punto, debe fortalecerse la comunicación y divulgación de los proyectos con las diferentes comunidades, creando los mecanismos que permitan un mejor acercamiento entre las partes a fin de llegar a acuerdos que, de un lado, les permitan ser actores vivos de los proyectos y, del otro, faciliten su realización.
Otro reto para el desarrollo de proyectos de energías renovables puede ser la disponibilidad del recurso como tal, por ejemplo, en el caso de las hidroeléctricas o de la producción del hidrógeno verde por electrólisis, en los cuales es fundamental contar con una fuente hidráulica suficiente. Factores como el fenómeno de El Niño podrían traer dificultades.
Un reto también importante tiene que ver con estudiar los costos de producción y los lugares en los cuales deben desarrollarse los proyectos para poder conectarse al sistema y poder satisfacer la demanda, ya que aún el tema del transporte y almacenamiento sigue siendo materia de análisis.
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